__________Dos reflexiones sobre arquitectura
__________David Flores-Hora
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_Texto original aparecido en:
Flores Hora, David. (5 de diciembre de 2012). Dos reflexiones sobre arquitectura. Diario 16, p. 11.
_Comentario sobre las exposiciones “La historia se descompone en imágenes, no en historias” de Elena Damiani. Curaduría de José-Carlos Mariátegui. Galería Revolver, Lima. 9 de diciembre de 2012 a 23 de enero de 2013; e “intersecciones” de Ana Teresa Barboza, Andrea Cánepa, Trinidad Carrillo, Adriana Ciudad, Blas Isasi, Diego Molina, Sandra Nakamura, Natalia Revilla, Camila Rodrigo y Juan Diego Tobalina. Wu Galería, Lima. 29 de noviembre de 2012 al 11 de enero del 2013.
_Edición: Cecilia Podestá.
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__________En la Galería Revolver, se presenta la exposición “La historia se descompone en imágenes, no en historias” de Elena Damiani (Lima, 1979) una de las artistas peruanas con mayor dinamismo y presencia en la escena internacional. Su trabajo reflexiona sobre la arquitectura no solo como representación del paisaje, sino también como reflejo de la sociedad.
Esta es una muestra impecable, profunda e intensa. La casona que acoge la muestra es el mejor diálogo entre la obra y el entorno. Esa luz blanca, dura y fría, de los equipos fluorescentes construyen una museografía de primer nivel. El collage domina todo el espacio y se presenta en múltiples soportes: de forma bidimensional, en video y en esculturas. Son justamente estas últimas las que representan el punto más alto de esta exposición. Aquí los bloques de mármol son profanados, violentados y penetrados por un vidrio transgresor. El collage es radicalmente inquietante y excitante. No existe un recorrido en esta muestra, lo que existe es un posicionamiento vagabundo-errante-investigador. Todo este proyecto es un registro, como de viajero del siglo XIX o como cartógrafo. los espacios desérticos, encontrados en archivos fotográficos, cuestionan esa idea de paisaje, de arquitectura y hasta de espacio-tiempo.
Otra muestra importante es “intersecciones” en la galería Wu que presenta una colectiva de diez artistas, todos con 30 años como promedio de edad. Resalta la obra de Juan Diego Tobalina (Lima, 1982), Natalia Revilla (Lima, 1981), Camila Rodrigo (Lima, 1983) y Andrea Cánepa (Lima, 1980). Justamente, Andrea Cánepa presenta una instalación-reflexión sobre el espacio doméstico y su deconstrucción. Aquí se genera un nuevo paisaje, un juego de afirmación-negación de lo cotidiano. Esa idea de “El vivir dando por hecho lo evidente”, que titula la instalación, queda patente en dos maquetas de factura insuperable. Más que pensar en arquitectura, aquí se pone en evidencia la idea de habitar, el carácter humano de la construcción. Una apuesta que nos hace recordar posturas como “La máquina para habitar” del arquitecto suizo Le Corbusier. Se trata de la teoría de la arquitectura, patente en la obra de esta artista.
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